Este poema surge de en dos
partes, las primeras tres estrofas llegaron como dictadas de otro mundo, las
siguientes dos fueron un poco mas pensadas y premeditadas, al principio lo
había concebido como si fueran dos poemas separados pero es obvio que están empapados
del mismo tema. Tiene ese elemento en común que tiene todo lo que escribo
siempre termino por hablar de mí.
DUERME LA SIESTA CONMIGO
Ven a dormir la siesta
conmigo
te hablaré del mundo,
de las cosas que conozco
pero que nunca he visto.
Ven a dormir la siesta
conmigo
te acariciaré las sienes,
hasta caer rendido.
Ven a dormir la siesta
conmigo
que cuando estoy dormido
se me olvida el destino,
que entre sueño y sueño
nunca te he perdido.
Ven al suelo conmigo
aquí no hay leyes ni esas
cosas,
lánzate aquí a mi lado,
mira como pasan las
horas.
Libre y acompañado,
loco, suelto y peligroso,
dime algo aunque no sea
nada,
cualquier cosa aunque sea
poco.
Separado no habría llenado "el todo" que has logrado describir en esas palabras. Dormir la siesta en el suelo, es buena elección, mejor que en las noches de sueño profundo.
ResponderEliminarSigues teniendo un toque de encanto que no hace costumbre, ni cotidiano lo que quieres expresar. Siempre hay algo nuevo en tus letras que es lo que hace que uno quede atrapado desde la primera línea.
Este me ha encantado... Un abrazo.
Luza
Ven a dormir la siesta conmigo
ResponderEliminarque cuando estoy dormido
se me olvida el destino,
que entre sueño y sueño
nunca te he perdido.
Lo cumbre de la vida es q cuando invitas a dormir la siesta es solo eso algo, que son solo minutos, horas pequeñas q pasan al olvido en minutos y luego solo queda el recuerdo del sueño y de la pequeña compañia q para mas tarde invitarla al olvido!